Cuenta la leyenda que en tiempos inmemoriales existió un Patio Rojo, de
propiedad de un Cartonero, en una villa no muy lejana de este hermoso reino,
llamado Molino 5. En ese lugar, se saciaban el apetito supervisores y
administradores de turno con jugosas gallinas, que eran como las perdices de
los cuentos de los hermanos Grimm. En los patios vecinos, se escuchaba el
crujir de los pescuezos de las aves de corral, sacrificadas en honor a los
príncipes invitados a dichos bacanales con el ánimo de recibir a cambio, favores
de estos reyezuelos de turno. El humo de los fogones de las ollas de sopas,
invadía toda la vecindad y semejaban a los días de velorio de la mama Grande,
ese famoso cuento de Gabo. Se oía hasta el amanecer, la música de la Cumbia
Soledeña y el clin clin, de los vasos llenos de whiski y cubitos de hielo. La
finalidad de estas reuniones era que, por medio de ellas, se recibían
recomendaciones para darle trabajo a los familiares de los que ofrecían dichas
reuniones o lograr ascensos dentro del Molino. Vieja practica que en su
momento dio sus frutos, aunque muchas veces el príncipe que no era invitado,
deshacía el encanto con un NO rotundo, a las pretensiones de sus súbditos.
Hoy, el papel se invierte, y cómo cambian los tiempos, porque ahora es el Rey
de este maravilloso reino llamado Molino Cinco, el que invita a los cortesanos,
con sus súbditos y toda su corte a tomar el bendito elixir hecho en toneles
escoceses, bajo el bouquet y añejamiento de los mejores whiskis, en este caso el
Buchanans, de ahí el espléndido nombre que reciben los que participan en estas
reuniones de alto nivel: Los Bucaneros. En estas reuniones se decide la suerte
de muchos, se le hacen promesas de cumbiamberas a los incautos, promesas
realizables algunas, otras no tanto. Se manosea al personal sindicalizado para
que abandone la organización y a otros se les mantiene adormecidos y
aletargados para que no ingresen a ella. Este rey, está preocupado más por el
Sindicato, que por el verdadero estado de los equipos que componen su reino.
El molino 5, sus dominios, se le cae a pedazos y él no se da cuenta. Su alteza,
vuelva sus ojos a su villa, porque usted será otro más que se ira de aquí con el
sueño incumplido de acabar con el Sindicato. Muchos lo han intentado y los
hemos visto salir por la puerta de atrás, sin corona, sin su capa de rey y con los
ojos llenos de lágrimas. Tome el consejo de Nuestra Organización Sindical.
Dedíquese a lo suyo, que es administrar, y de buena manera los recursos.
Llevamos 75 años en la lucha sindical y todavía nos queda mucho tiempo por
delante. Le deseamos la mejor de las suertes como administrador y recuerde
que tratar de presionar, influir, constreñir a un trabajador para que no haga uso
o deje de hacerlo, de un derecho fundamental como lo es el derecho de
asociación, es un delito penal. No se le olvide. Su alteza, se nos pasaba, meta en
cintura a muchos de sus subalternos de su corte, pues el trato que tienen hacia
los súbditos de su reino no es el mejor, se lo pedimos su alteza por el bien del
clima laboral. Haga buen uso de su red de informantes de WhatsApp, para que lo
pongan al tanto de ciertas anomalías, que se están viviendo dentro de su villa.
No deje de lado nuestras recomendaciones. Buena Suerte.
SINTRACARCOL 75 AÑOS EN LA LUCHA Y SEGUIREMOS EN ELLA. ¡¡¡VIVA
SINTRACARCOL, VIVA!!! ¡¡¡¡¡VIVA!!!!! VIVA !!!