Vemos con desanimo cómo el superintendente Alexander Marín, cual dictador laboral, sigue vulnerando los derechos adquiridos convencionalmente; pisoteando estos acuerdos, al igual que a sus directivos sindicales, al desconocer sus puestos de trabajo y poner por encima de ellos a trabajadores no categorizados a suplir sus funciones, violando abierta y descaradamente la Convención Colectiva de Trabajo. Pero este comportamiento no es de extrañar de parte del “emperadorcito”, sabemos de su conducta anti sindical, cada vez más marcada con la cual nos quiere ir arrinconando por el solo hecho de ser trabajadores que luchamos por la igualdad, equidad y justas condiciones
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