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“… NO PERDEMOS LA ESPERANZA DE HACERLO CADA VEZ MEJOR” JHGF
En Colombia se ha notado un comportamiento social muy curioso, donde se puede cuestionar la memoria histórica de sus habitantes, por eso hoy día podemos escuchar términos como “MEMORIA SELECTIVA” y “MEMORIA A CORTO PLAZO”.
En la primera a diferencia del fenómeno neurológico que puede explicar esta patología en algunas personas, este término se viene acuñando a quien de manera deliberada decide omitir parte de la historia, datos etc. En fin, información que a su conveniencia decida ocultar, esto lo hemos podido notar en discursos, debates y en comunicados de algunas instituciones.
La memoria a corto plazo va un poco más allá, pues afecta a millones de habitantes del Pueblo Colombiano; justo en ese punto, es cuando se tiende a olvidar rápidamente un hecho que en la mayoría de las veces nos afecta. Quizá seamos un pueblo comodísimo donde reina la ley del menor esfuerzo, o tal vez no tengamos verdadera conciencia ciudadana o de clase y por tanto resultamos siendo un Pueblo sin identidad propia, o simplemente la mezquindad y desprecio por el prójimo ha hecho mirar hacia otro lado y que sean otros quienes piensen y actúen por nosotros, y construyan nuestra memoria histórica.
A pesar de todo lo anterior, existen hechos y grandes personajes que rompen este comportamiento; tal vez su importancia histórica o el impacto ocasionado en la sociedad es lo que no ha permitido que caigan en el olvido. Esos acontecimientos y esas personas han marcado la gran diferencia; han sido el oasis en medio del desierto.
En 1999 se presentaron acontecimientos importantes en esta tierra cafetera:
Un terremoto de 6.4 grados en la Escala de Richter, sacude a la ciudad de Armenia en el departamento del Quindío; afectando poblaciones del eje cafetero; se retoma de proceso de paz, con grupos al margen de la Ley, con interrupciones. Además de todo esto, ocurrió un hecho más que será reseña obligada en la historia reciente del pueblo colombiano, un acto violento que acaparo la atención de todos los colombianos y la comunidad internacional, reafirmando una vez más la intolerancia, el desprecio, el temor de la clase dominante, por los menos favorecidos; un Estado sumido en la corrupción y una creciente violencia como modelo de dominación que permearía todos los sectores de la sociedad hasta nuestros días: Un 13 de agosto Heriberto De La Calle y Néstor Eli, personajes que quedaron sin el alma y la voz que los hacia vivir, luego que sicarios motorizados mataran de manera vil a JAIME HERNANDO GARZÓN FORERO, un abogado de profesión, con escasos 38 años, que además fue actor, pedagogo, activista, filosofo, humorista, periodista y mediador de paz.
Un recuerdo que cada año revive entre el pueblo colombiano y hasta en jóvenes que solo lo conocieron a través de grabaciones audio visuales que han sobrevivido al paso del tiempo.
25 años han pasado desde su muerte, pero su legado continúa vigente en la memoria de los colombianos, recordado como el valiente que enfrento la muerte con una sonrisa y murió siendo fiel a sus ideales; Jaime nos enseñó a no tragar entero, a interesarnos por nuestro futuro, a entender que la política es asunto de todos y no de unos cuantos, que juntos somos más fuertes; nos recordó que las injusticias deben ser denunciadas y que el mejor camino para sacar este país adelante es una educación de calidad.
¿Cuántos JAIMES hemos visto `pasar por nuestras vidas?… Amigos, compañeros, familiares o conocidos que han sido víctimas de la violencia cambiante atreves de los años, donde emplean la violencia económica, violencia emocional y violencia social y no solo la física como en el pasado.
SINTRACARCOL quiere seguir de la mano del Trabajador Cartonero en la búsqueda y el anhelo de un mejor futuro, sabemos que la voz del Trabajador tiene el derecho de ser escuchada; por eso seguimos trabajando para Ti y por Ti, sin perder la esperanza de hacerlo cada vez mejor.
Sintracarcol
Seccional Barranquilla.
