La administración de Cartón de Colombia S.A. es una gran aportante al declive del sindicalismo en Colombia, no solo por el uso del Plan de Beneficios Extralegales que a grandes rasgos corresponde a un Pacto Colectivo y que es completamente ilegal y contrario a los intereses del sindicalismo siendo que este contiene beneficios superiores a los establecidos en convención, sino también, por la discriminación promovida por la Jefe de “Relaciones Laborales” la señora Isabella Merino al ofrecer cursos de inglés a los trabajadores que no se sindicalicen y entorpecer aquel beneficio a los trabajadores y grupo familiar por el simple hecho de pensar diferente y de usar su derecho de asociación establecido en la Constitución Colombiana, derecho que por cierto, la empresa Cartón de Colombia S.A. utiliza al estar afiliada a agremiaciones de empleadores. No contentos con lo anterior, también le meten la mano a los exámenes de las vacantes y ofertas de carrera administrativa cuando el personal que se presenta es sindicalizado y peor aún, violenta la convención colectiva de trabajo arrancándole de forma unilateral 15 puestos de trabajo con lo cual no solo devalúa una convención que viene sobreviviendo a los constantes atropellos por parte de Recursos Humanos y gerentes de plantas que creen que pueden eliminar puestos como es el caso del Gerente De Molinos el señor Mauricio Astudillo que, creyendo que al sacar las vacantes, se le debe rendir pleitesía y soportar que de manera unilateral quiera eliminar el puesto de Segundo Ayudante De Terminado de los Molinos 1 y 3.
Sin embargo, el titulo de este comunicado no nace de lo anteriormente dicho, (aunque tiene méritos suficiente para sustentar la firmeza de aquella acusación), el titulo de este comunicado radica en el la actuación en principio delictiva del Superintendente el señor David Torres quien se encuentra desde hace mucho tiempo manejando la seccional de Medellín a su antojo y frente a la mirada desinteresada de la Gerente de Recursos Humanos Leslie Carol Andrade que, mientras las quejas no salgan de la boca del señor Andrés Torres, estas no son atendidas.
El señor David Torres incurrió en un hecho delictivo el día 26 de marzo del 2021 al despedir al compañero y socio afiliado tanto a SINTRACARCOL como a SINTRAPULCAR el señor Julián Andrés Oqueado, y que aquella noticia no solo lo dejo a él en un estado de zozobra sino también a su familia. Este Superintendente quien se ha caracterizado por violar la convención en muchas ocasiones e irrespetar el debido proceso frente a los procesos disciplinarios, esta vez sin el menor remordimiento y guiado solo por su ego inhumano dio por terminado el contrato de este trabajador que además de ser sindicalizado, estaba protegido por el fuero circunstancial y con aquella actuación violentó el artículo 200 del Código Penal.
Nos preguntaremos hasta aquí, ¿Qué pasaría si la empresa se diese cuenta que alguno de nosotros ha cometido un delito que se encuentre tipificado en el Código Penal? La respuesta es muy obvia me denunciaría a las autoridades competentes y en menos tiempo de lo que canta un gallo estaría en la compañía pero por fuera de la malla como lo decimos en el argot popular. Esperábamos que la administración en su buena ética y valores y acatadora de las
normas laborales y legales que dicen representar, sancionara de una manera parecida a este administrador que actúa “supuestamente” contrario a los valores y respeto que la administración actual de Cartón de Colombia S.A. predica. Pues No!!! La administración de la empresa Cartón de Colombia S.A. hizo lo que mejor sabe hacer, cogió un “portafolio” y lo lleno de dinero y se lo entrego al señor David Torres para que comprase la conciencia de nuestro compañero, cosa que ha caracterizado a la administración de Cartón de Colombia S.A. la cual se mantiene quejando de los resultados económicos y que la competencia los va a aplastar pero la caja menor la mantienen llena de dinero para comprar conciencias.
Cabe resaltar que el compañero al ver la cantidad de dinero que le ofreció el señor David Torres, la cantidad de tiempo que podía demorar un proceso para la restitución de su trabajo y la necesidad que apremiaba, resolvió atender a la solicitud del señor David torres en llegar a un acuerdo económico con la empresa Cartón de Colombia S.A., no creemos entonces que aquella cantidad de dinero la haya sacado el señor David Torres de sus bolsillos, no, esa cantidad de dinero la saco la Administración de Cartón de Colombia S.A. para alcahuetear el capricho maquiavélico del señor David Torres, la empresa con esto, reafirma una vez más que no respeta los derechos laborales y sindicales que ante organismos internacionales predica respetar; una vez más, la empresa Cartón de Colombia S.A. en cabeza de su representante legal, reafirma la intención de menoscabar derechos sindicales y promover el uso indiscriminado del arreglo o el despido hacia todos sus trabajadores.
La Administración de Cartón de Colombia S.A. en cabeza del Señor Henao, nos está comunicando de manera indirecta que plata hay para echar a la calle al trabajador que ellos deseen y que no les importa pasar por encima de normas laborales nacionales y convenios internacionales de respeto a los trabajadores y trabajadoras. Solo queda esperar que toda la propaganda que ellos utilizan de forma interna como la de “SEGUIMOS AVANZANDO”, NO SEA UN AVANCE PERO PARA LA CALLE Y SIN TRABAJO.
Para terminar, cabe resaltar el trabajo de los directivos de SINTRACARCOL quienes trabajan de manera desinteresada y arriesgando el bienestar de sus familia, sobre las vacantes que se han alcanzado a sacar las cuales después de grandes luchas de las cuales muchos son ajenos, la empresa las publica como si el logro fuese de ellos, esto lo hemos alcanzado en contra de la voluntad de la empresa que ahora descaradamente le llama “OPORTUNIDAD DE CARRERA” cuando la oportunidad la provee la Convención Colectiva de Trabajo; la única oportunidad que la empresa está ofreciendo ultimadamente es la OPORTUNIDAD DE DEJARTE SIN TRABAJO.
Invitamos a los compañeros que aún no lo han hecho, se afilien al sindicato para alcanzar la estabilidad que todos los trabajadores merecemos y para exigir el respeto de nuestros derechos laborales y extralegales que hemos mantenido durante tanto tiempo. MÁS QUE UNA DECISIÓN, ES UN DEBER A LA CLASE OBRERA.

